La invitación de boda… que no fue

Parece que la cosa va de bodas ultimamente. No se si es el arco de edad de las personas que me rodean o que se me ve capaz de diseñar según que cosas pero no me dejan de caer encarguitos de ese tipo (como este o este). Y yo encantada, por supuesto. Los dos encargos anteriores fueron un «llegar y pegar» como se suele decir. Acertar de pleno a la primera es adictivo, y por eso me ha pasado lo que os vengo a contar hoy.

En ocasiones puede pasar que una idea que a ti te parece genial al cliente no se lo parezca tanto. Cuando me pidieron una invitación de boda basada en un ticket vintage –de avión, pero el «proceso creativo» es lo que tiene– yo decidí dar rienda suelta a mi creativa personalidad y crear un billete imposible para cualquier transporte aéreo… y me quedó una mezcla entre esto y una entrada de circo. En cualquier caso, estaba encantada. Me lo pasé genial ideando esta invitación y dibujando sus elementos (en algunos casos) y tratando con photoshop imágenes encontradas en google en otros (no olvidemos que hablamos de un boceto, en su versión final hubiese dibujado todos los elementos). Use también pinceles de illustrator para crear la crear la cadena del reloj y disfruté como una enana eligiendo las tipografías y adaptándolas a mi diseño soñado.

Como no verá la luz como invitación de boda, puesto que se ha cambiado el concepto (algo que también pasa a menudo, como sabéis), he pensado que no estaría mal dedicarle un post y hacerle un mock up sencillo para que nos la imaginemos realizándose como invitación de boda, plena y feliz. ¡Vive tu vida, pequeña! Ya siento el síndrome del nido vacío… snif, snif.

En fin, espero que os guste tanto como a mi me gustó hacerla. Ya os pondré el resultado final con su nuevo concepto más adelante.

Por supuesto, los nombres, fecha y lugar han sido cambiados para no invadir la privacidad de los verdaderos prometidos (que son los que pagan).

Recent Posts

Leave a Comment